Biografía sobre Benneth Hübner
Conoce sobre Benneth Hübner, creador que nació el 6 de enero de 1973 en Lima, Perú. Su vida comenzó en circunstancias singulares, pues su madre se encontraba en la selva peruana durante el embarazo. Ese inicio marcó una sensibilidad especial hacia la naturaleza y la vida que lo rodeaba, una mirada que con los años se convirtió en una fuente constante de inspiración.
Desde la infancia descubrió que su manera de comprender el mundo estaba ligada a la creación. Ya fuera dibujando, escribiendo pequeñas historias o imaginando mundos alternos, encontró en el arte un espacio natural para expresarse. Lo que comenzó como un juego se transformó en una búsqueda más profunda: entender y transmitir, a través de imágenes y palabras, aquello que muchas veces resulta difícil de explicar solo con gestos o conversaciones cotidianas.
Su primer impulso fue estudiar arte, pero al explorar sus opciones eligió el diseño gráfico como un punto de encuentro entre lo artístico y lo empresarial. Durante sus estudios descubrió con entusiasmo que aprendería fotografía, disciplina que años más tarde profundizó con nuevas formaciones.
En su recorrido artístico comenzó con cuadros figurativos. Luego, al buscar una conexión íntima con lo emocional y sensorial, exploró el arte abstracto. Tras exponer su obra durante varios años, presentó su trabajo fotográfico a una reconocida galería, con la que colaboró y exhibió en distintos espacios.
Después de un inicio prometedor, decidió hacer una pausa para enfocarse en su desarrollo personal y espiritual. Sentía la necesidad de encontrar respuestas, una inquietud que reconoce en muchos artistas. En ese proceso descubrió su esencia, abrazó sus luces y sombras, creció, comprendió y soltó lo que ya no necesitaba. Aunque su producción artística fue menos constante en ese periodo, encontró en la escritura un refugio. Fruto de ese tiempo publicó su primer libro a fines de 2024. Habían pasado más de veinte años desde sus comienzos y por fin se sentía preparado para lo que venía. En ese momento definió su rumbo. Lo primero sería crear una muestra con pinturas en acrílico, acuarelas y grabados digitales inspirados en su segundo libro. Este proyecto es solo el comienzo de una agenda ambiciosa que incluye exposiciones de pintura, acuarela, fotografía, arte digital y varios libros por publicar en los próximos tres años.
Benneth no concibe el arte como una etiqueta —pintor, fotógrafo, escritor—, sino como un modo integral de vivir y de comunicarse. Para él, cada obra es una oportunidad de conectar experiencias personales con las emociones universales que compartimos como seres humanos. Más que un oficio, el arte es su forma de estar en el mundo: un puente entre lo íntimo y lo colectivo, entre lo vivido y lo soñado.
Mi primer reto es publicar diez libros en los próximos tres años, así como pinturas y grabados inspirados en ellos. Siento que he vuelto a empezar, y esto es solo el inicio, como lo es cada instante que vivimos.”
Su proceso creativo
Él considera que la inspiración es una búsqueda constante y que no existe una única respuesta. Son múltiples los factores que la despiertan: a veces proviene de experiencias personales o externas, otras veces surge de la fantasía o de los sueños. Considera que en ocasiones, la inspiración llega como imágenes, frases que se convierten en historias, o ideas que parecen completarse por sí solas mientras escribe.
Para Benneth, la creatividad está ligada a una conexión natural con lo que nos rodea. Cree que durante la infancia todos mantenemos esa apertura a lo nuevo y a lo esencial, pero con los años muchos la adormecen al enfocarse en responsabilidades y metas externas. Todo por la búsqueda de aquello que ya tenían desde el inicio: la felicidad. Él se considera afortunado por mantener viva esa conexión, que le permite crear con frescura y autenticidad.
Sin embargo, Benneth reconoce que la inspiración por sí sola no basta. Una parte fundamental de su proceso creativo es el trabajo metódico y organizado. Construir mundos de manera consciente y estructurada le abre múltiples caminos: la creación de nombres que luego utilizará en una historia, el diseño de personajes con sus motivaciones, la elaboración de mapas, árboles genealógicos, o la historia de ciudades. A esta construcción le agrega sus propias emociones, búsquedas y aprendizajes, con el deseo de transmitir todo ello en cada obra.
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